• Desde el inicio del proyecto europeo Piroslife en 2015, se han invertido 1,7 millones, de los cuales un 35% en prevención de daños a la ganadería y un 29% a equipos de seguimiento del oso y apoyo a la ganadería
  • La Generalitat mantiene su posicionamiento respecto al oso Goiat, mientras a nivel técnico se ultima el protocolo de intervención y gestión de los osos problemáticos en los Pirineos

 

El director general de Políticas Ambientales y Medio Natural, Ferran Miralles, ha defendido el proyecto de consolidación del oso en el Pirineo, como una “apuesta doble del Gobierno por la biodiversidad y la convivencia con la actividad humana”. Durante una rueda de prensa, Miralles ha puesto en valor “la valiosa faena hecha alrededor del proyecto Piroslife” de consolidación del oso en el Pirineo central, que además de la Generalitat implica al Conselh Generau d’Aran, la Fundación Oso Pardo, Forestal Catalana y la Universitat de Lleida, desde el 2015.

Miralles ha reconocido que “la presencia del oso significa una molèstia adicional para el sector ganadero afectado”, porque obliga a volver a la vigilancia y protección del rebaño, un hábito que se había abandonado prácticamente en los últimos 30 años, pero ha recordado que “desde el Gobierno se trabaja por la cohabitación entre esta especie y la ganadería”. Con todo, ha dicho que “los daños provocados por la fauna salvaje no son el principal problema de la ganadería de montaña, sino que se añade al resto de problemáticas que vive el sector” y ha recordado el esfuerzo que la Generalitat y los socios del proyecto Piroslife están llevando a cabo para implementar medidas preventivas y para compensar pérdidas en el rebaño vinculadas a la convivencia con el oso.

Ferran Miralles ha explicado que el Piroslife es un proyecto impulsado por la Comisión Europea en el marco de los programas Life-Natura, que contribuye a la aplicación de la directiva comunitaria relativa a la conservación de la naturaleza para mantener y mejorar los hábitats naturales y las especies animales y vegetales de interés comunitario dentro de los espacios designados dentro de la Red Natura 2000.

El proyecto cuenta con un presupuesto global de casi 2,5 millones para desarrollar varias acciones vinculadas a la consolidación de la población de osos en el Pirineo central, el 75% aportado por la Unión Europea. De momento, en los 4 años en marcha del proyecto, y hasta el 31 de mayo, se han invertido 1,7 millones, el 71% del total, y la mayoría de los cuales destinados a la ganadería. El presupuesto se ha distribuido de la siguiente manera:

  • Prevención de daños a la ganadería: 35%
  • Equipos de seguimiento del oso y de apoyo a ganaderos: 29%
  • Información, sensibilización, formación, participación: 14%
  • Translocación de un oso procedente de Eslovenia (Goiat): 9%
  • Horas de personal técnico del Departamento de Territorio y Sostenibilidad: 6%
  • Otros (desplazamientos y estudios, principalmente): 7 %

Además de la financiación que proviene del Piroslife (el 25% del cual cubierto por los socios del proyecto), durante el periodo de este proyecto, ha habido aportaciones adicionales por parte de la Generalitat del orden de 200.000 euros, distribuidos de la manera siguiente:

Forestal Catalana: se han hecho contrataciones adicionales de pastores y vaqueros (76.668 euros), adquisición de material, traslado de casetas y alquileres de pastos (17.407 euros); y seguros para ganado (21.056 euros).

Parque Natural del Alto Pirineo: se han aportado 161.170 euros. En concreto, se han otorgado ayudas al proyecto y elementos interpretativos Casa de l’Os Bru y de educación y divulgación sobre el oso (26.226 euros) y a la construcción de cabañas y dehesas ganaderas (50.479 euros). Y, directamente, se ha adquirido material y accesorios para las cabañas y barracones para pastores (64.574 euros); GPS para la protección de rebaños (3.784 euros); material para liberar Goiat (178 euros); voluntariado montaje Cabana Estanillas (6.923 euros); y difusión (web, folletos, viajo intercambios otros territorios oso (9.004 euros).

En el año 2019, cuando acabe el apoyo del programa Life, la Generalitat se ha comprometido a mantener el esfuerzo en materia de prevención y de gestión del oso, como mínimo, en los niveles de los últimos años. También está previsto culminar el traspaso de competencias en gestión de fauna al Conselh Generau d’Aran. El coste global del dispositivo se estima en 500.000 euros/año.

Vigilancia y control europeo

Las actuaciones de control son las previstas en el proyecto y aprobadas por la Comisión Europea. Además, hay que recordar que como cualquier proyecto que recibe fondos europeos, está sometido a unos altos niveles de supervisión y control. Cada 6 meses hay visitas del supervisor de la Comisión Europea (empresa IDOMNEEMO) y una visita-auditoría del responsable europeo de este proyecto. Además, coincidiendo con la finalización del proyecto, hay una acción de auditoría propia, y otra posterior de la misma Comisión Europea.

Ayudas y compensaciones económicas

En el 2017 las indemnizaciones a ganaderos por daños del oso representaron 33.000 euros, y 10.000 euros en el 2016. Las cuantías vienen fijadas en cada caso por Decreto, y se liquidan en un plazo de entre 4-5 meses.

También el Parque Natural del Alto Pirineo otorga ayudas al sector ganadero y al fomento de la ganadería extensiva. Este año, de un presupuesto de cerca de 1,5 millones, ha dedicado 428.503 euros, casi un tercio de su presupuesto total, distribuidos de la manera siguiente:

  • Ayudas a las explotaciones ganaderas por el manejo de hábitats de pasto mediante el pastoreo: 83.023 euros
  • Ayudas por infraestructuras ganaderas comunales, bordes y cabañas: 266.104 euros
  • Ayudas por material pedagógico y de difusión de la ganadería extensiva y los productores agroganaderos: 15.376 euros
  • Acciones directas de apoyo a la ganadería extensiva como inversiones, mantenimientos, recuperación de pastos, formación, ferias, etc. : 64.000 euros

Además de las indemnizaciones y ayudas, Catalunya, a diferencia otros territorios, ha puesto en marcha un dispositivo de prevención de los daños, con un equipo técnico en el Valle de Arán y el Pallars Sobirà.

Entre las medidas preventivas impulsadas en el marco del proyecto Piroslife de reintroducción del oso en el Pirineo, el agrupamiento de rebaños de ovino es de los que presenta unos mejores resultados. En el 2017, los rebaños no protegidos o protegidos de forma incorrecta han tenido 20 veces más depredaciones que los rebaños muy protegidos por el proyecto Piroslife.

Así, los ganaderos de ovino, los más vulnerables, en zona de presencia permanente del oso, pueden acogerse a un servicio que ofrece la Generalitat de vigilancia gratuita las 24 horas al día durante los 5 meses que el ganado sube a las cuotas más altas de montaña. En algunos casos, los ganaderos hacen turnos para suplir el día de descanso del pastor. Actualmente, el Piroslife ofrece 6 agrupamientos: los de Gausac-Casau y Bagergue, en el Aran; y los de Isil, Tavascan, Bonaigua y Boldís-Àreu, en el Pallars Sobirà.

El sistema de vigilancia, cuenta con la presencia de pastores y ayudantes durante todo el día, incluidas las horas nocturnas, en que el ganado queda cerrado en dehesas electrificadas, protegido por perros y junto al refugio del pastor. Además, incluye otras actuaciones, como el arreglo de cabañas para los pastores, traslado de barracones y cabañas prefabricadas, compra de sistemas eléctricos autónomos, mobiliario y utensilios. Asimismo, el ganado de ovino agrupado, dispone, además, de un seguro gratuito para accidentes y otros daños que pueda sufrir mientras esté en montaña.

En cuanto a ganado grande (vacas y yeguas), en la zona con presencia permanente de oso, la Generalitat contrata personal de apoyo para la vigilancia y detección de posibles incidencias, a pesar de que es mucho menos vulnerable ante la presencia del oso y los daños habitualmente son pequeños.

El caso concreto de Goiat

Ante la conducta anómala de Goiat, este año se puso en marcha un dispositivo especial para ahuyentar el animal, en primer lugar, y se encargó una valoración técnica sobre el carácter problemático del ejemplar sin descartar ningún escenario, incluido el de su extracción del medio.

Miralles ha sentenciado que la presencia del oso en el Pirineo “no tiene vuelta atrás y un solo ejemplar no puede poner en peligro el trabajo de 20 años”. La decisión del futuro de Goiat, ha recordado Miralles “no se tomará en caliente sino en base a una evaluación técnica que se está elaborando” y a un “Protocolo de intervención y gestión de osos problemáticos” consensuado por el conjunto de administraciones. El Departamento ya expuso el pasado mes de julio la voluntad de extraer este ejemplar del medio, a pesar de que manera imprescindible primero hace falta la evaluación técnica y jurídica en que se está trabajando.

Por eso, a nivel técnico se está trabajando para consensuar un protocolo para catalogar objetivamente los ejemplares de osos problemáticos, incluidos aquellos que lo sean por su conducta predadora, consensuado por todas las administraciones implicadas, que sea la referencia a la hora de tomar decisiones.

Uno de los principales puntos del nuevo protocolo es la inclusión, entre las tipologías de osos problemáticos, de la figura “de oso altamente depredador”, que causa conflictos anómalos con la ganadería. La otra es el tratamiento diferenciado que se quiere dar a los osos reintroducidos (donde hay un plus de responsabilidad y gestión) respecto de los nacidos en los Pirineos. En este proceso, la voluntad es dialogar y consultar a todas las administraciones a que corresponda y expertos en la gestión del oso. Lo importante, a efectos de coordinación, es que en todo el vertiente sur de los Pirineos se trabaje con el mismo criterio de intervención y no se tenga que debatir caso a caso y con todas las administraciones implicadas, cada vez que se den las condiciones objetivas para intervenir.

Desde que en 1996, Europa quiso poner freno a la inminente extinción del oso en el Pirineo, Francia ha liberado 8 ejemplares (2 machos y 6 hembras) y Cataluña otro el 2016: Goiat. Progresivamente, este ejemplar, que se encuentra en todo momento localizado por un collar de seguimiento GPS, ha mostrado una conducta predadora anómala, en cuanto que ha demostrado una cierta atracción hacia el ganado equino. La predación del oso sobre ganado equino es poco usual y excepcional y, cuando se da, acostumbra a afectar a potros de pocos días. Este no es un caso único (se tiene noticia de otro caso en Italia), pero sí excepcional.

Un equipo experto integrado por técnicos es el encargado de desplazarse al lugar de los hechos, ante cualquier aviso de incidente, hacer una inspección visual, recoger muestras, y analizarlas, para acreditar la implicación de los huesos en cualquier ataque a ganado.

Así, para determinar la autoría de la muerte, además del seguimiento del animal mediante la señal GPS (en el caso de Goiat), también se valora la presencia de hematomas y otros indicios y lesiones en el cuerpo de los animales muertos, que indican que estaban vivos en el momento de la predación.

En cuanto a Goiat, que se encuentra en Francia desde medios de julio, desde el mes de abril y hasta el 31 de agosto, este equipo ha registrado 27 ataques de este ejemplar (12 en Cataluña y 15 en Francia). En total, en este periodo ha provocado la muerte de 22 ovejas (la mayoría en Francia), 9 caballos (casi todos en Catalunya), 1 cabra, así como daños en 8 colmenas. Aun así, los expertos coinciden en decir que Goiat es predador sobre ganado, pero no agresivo hacia las personas.

En cuanto a la batería del collar localizador GPS de Goiat, que está a punto de agotarse, se ha procedido a programar el emisor al mínimo mientras esté en Francia, para economizar la batería. Se intentará cambiar cuando vuelva al Aran.

Historia de una reintroducción

A mediados de los años 90 el oso pardo estuvo a punto de extinguirse de los Pirineos, con sólo un reducto de población en la zona atlántica, entre Francia, Navarra y Aragón.

Para evitarlo, la Unión Europea impulsó un programa LIFE, coordinado entre Francia y España, con Navarra, Aragón y Cataluña, que comportó la liberación de 3 osos en los Pirineos centrales para evaluar su adaptación al medio y testar los métodos de translocación.

En concreto, en 1996 se introdujeron dos hembras y el 1997, un macho, Pyros, todos procedentes de Eslovenia. La selección se hizo de acuerdo con estudios que demuestran que los osos balcánicos, del sur de Escandinavia y los del sur y suroeste de Europa pertenecen a una única línea genética, que se explica por el hecho que se produjo un refugio durante la última glaciación al sur de Europa. Estos ejemplares se adaptaron y tuvieron cachorros en la zona. El Estado francés, en colaboración con Andorra y España, liberó 5 nuevos osos en 2006, 4 hembras y 1 macho, Balou, que murió por el impacto de un rayo en el 2014. La última liberación fue el de Goiat, en 2016, por parte de la Generalitat.

Hasta el momento, el programa de recuperación del oso en los Pirineos centrales ha sido un éxito y de 3-4 ejemplares autóctonos en el Pirineo occidental en 1990 se ha pasado a 43 ejemplares identificados en el 2017, principalmente en el Pirineo central.