Retrato del oso
El oso pardo (Ursus arctos) es una especie emblemática de los Pirineos, de gran carga simbólica, que se extinguió de Cataluña y los Pirineos Centrales y Orientales hacia finales de los años ochenta. Seguramente, en 1990 se mató el último oso pardo de los Pirineos centrales. En el 2010 desapareció en la población occidental el último oso totalmente pirenaico, el macho Camille.
Biología de la especie
El oso pardo es el mayor mamífero de los Pirineos. El peso de los machos oscila entre 150 y 230 kg (aunque la mayoría no pasan de los 200) y el de las hembras entre 80 y 150 (la mayoría pesan menos de 130 kg). Tienen el cuerpo y las extremidades robustas y la cola muy corta. La altura en la cruz oscila entre 90-100 cm.
Su morfología es muy característica y le da una silueta inconfundible, con una cabeza grande y orejas pequeñas y redondeadas y cola corta. Su oído está muy desarrollado; su olfato es excelente y finísimo y puede detectar a mucha distancia dónde hay alimento o el estado sexual de otros osos en la época de celo. Estos dos sentidos lo ayudan mucho en su actividad cotidiana. En cambio, la vista, no la tiene muy desarrollada y no ve muy bien de lejos.
Son plantígrados; pisan con todo el pie y las manos, que tienen cinco dedos. El pelaje es marrón y muy espeso y le proporciona calor durante el invierno y protección, como si fuera una armadura.
Viven como mucho entre 25 y 30 años.
Alimentación
Los huesos son omnívoros, aunque entre el 70 y el 80% de su dieta es de fracción vegetal, como frutos, semillas, frutos secos, raíces y vegetación herbácea. Complementa su dieta con alimentos diversos de origen animal como insectos, miel y algunas tomas de ungulados salvajes y domésticos, y aprovecha cualquier carroña que encuentra.
Reproducción
El celo se produce entre finales de abril y finales de agosto. Los machos buscan las hembras y se producen las cópulas. Macho y hembra están juntos durante unos pocos días y copulan varías veces al día. Después se separan; el macho busca nuevas hembras y la hembra puede copular con otros machos que aparezcan. Por lo tanto, los osos son promiscuos.
Las hembras pueden quedarse preñadas por dos o más machos la misma temporada. Las hembras presentan implantación diferida. El óvulo fecundado no se implanta en las partes del útero y queda en estado latente.
En otoño, si la hembra tiene unas condiciones favorables y cuenta con reservas de grasa, empieza la verdadera gestación, que dura entre 9 y 10 semanas. Entre enero y febrero, cuando está hibernando, pare dos o tres crías que no llegan a los 500 gramos de peso.
Hibernación
La nieve y el frío del invierno provocan que el alimento ya no esté disponible para los osos, y estos, a finales de noviembre y principios de diciembre, se preparan una cueva -osera- para pasar este periodo.
Entran en un estado de letargo invernal que reduce su temperatura en cuatro o cinco grados y hace descender su cadencia respiratoria y su ritmo cardíaco de 45 a unas 10 pulsaciones por minuto.
La climatología, el sexo, la edad y el estado sexual influyen mucho en la duración de la hibernación: en machos dura menos que en hembras; en hembras menos que en hembras embarazadas. En inviernos suaves y a bajas latitudes se ha comprobado que algunos ejemplares no hibernan ya que tienen disponibilidad de alimentos.
Durante la hibernación, los osos pierden un tercio de su peso, principalmente grasa, pero también musculatura, que vuelven a recuperar rápidamente durante la primavera. Las hembras embarazadas paren a final de enero y se mantienen en la cueva con los cachorros; los amamantan hasta abril, cuando salen definitivamente.
Comportamiento social
Son animales solitarios, y sólo se agrupan durante el celo o, en el caso de las hembras, con los cachorros. Asimismo, los hermanos de año y medio, después de independizarse de la madre a la primavera o el verano, suelen permanecer unidos durante el resto del año o los años siguientes e hibernan juntos. Aunque que principalmente son solitarios, hay una importante relación social entre todos los individuos de un mismo territorio, mediante comunicación olfativa.
El oso pardo en el mundo
El oso pardo se extiende por Norte-América, Asia y Europa. Actualmente quedan unos 200.000 osos pardos en el mundo. Desde mediados del siglo XIX ha perdido la mitad de sus efectivos y de su hábitat. Excepto en la antigua Unión Soviética, Alaska y Canadá, sólo quedan poblaciones aisladas en Europa, los Estados Unidos y zonas de Asia central. Gracias a muchos esfuerzos, algunas de estas poblaciones aisladas se están recuperando.
Aparte del oso pardo, que es el que encontramos en nuestros bosques, en el mundo hay siete especies más: el oso polar, el oso negro americano, el oso negro asiático, el oso tibetano, el oso malayo, el oso de antifaz y el oso panda.