• Después de cinco meses en cotas altas, con la bajada de las temperaturas, los pastores que trabajan en el marco del proyecto PirosLife han bajado cerca de 5.600 ovejas de 36 ganaderos, que mantenían agrupadas en 6 rebaños protegidos
  • El agrupamiento es una de las medidas preventivas más eficientes impulsadas dentro del programa de consolidación del oso pardo en el Pirineo para minimizar daños al ganado en la zona de presencia de este animal

Los pastores que trabajan en el marco del proyecto PirosLife, de consolidación del oso pardo en el Pirineo, han finalizado la bajada de los rebaños de ovejas que han sido protegidos en agrupamientos vigilados durante los últimos cinco meses. Se trata de una de las medidas preventivas puestas en marcha, dentro del proyecto, que se ha demostrado más efectiva para minimizar bajas en los rebaños de ovino durante los meses de verano, cuando pacen en la zona de presencia permanente de osos en cotas altas.

En total, este año se han organizado 6 agrupamientos de rebaños protegidos, con cerca de 5.600 ovejas y cabras de 36 propietarios y ganaderos diferentes, que voluntariamente se han querido acoger a esta medida preventiva gratuita que ofrece la Generalitat de Catalunya y el Conselh Generau d’Aran. Concretamente, son los agrupamientos de Gausac-Casau y Bagergue, en el Valle de Arán; y los de Isil, Tavascan, La Bonaigua y Boldís-Àreu, en el Pallars Sobirà. En el Valle de Arán se han agrupado unas 2.000 ovejas de 24 propietarios diferentes, mientras que en el Pallars Sobirà, la protección mediante esta medida ha llegado a más de 3.600 animales de 12 propietarios.

Una herramienta eficaz para minimizar bajas

El agrupamiento de rebaño protegido es una herramienta eficaz, en cuanto que garantiza una vigilancia continua del ganado las 24 horas. La protección durante la noche se hace con la ayuda de perros de protección, y mediante el cierre del rebaño en recintos delimitados con vallas protectoras. Algunos de estos pastores provienen de la escuela de pastores de Catalunya, con quienes la administración mantiene un convenio para facilitar las prácticas de los estudiantes y apoyar a esta profesión.

El número de pérdidas en rebaños protegidos mediante estos agrupamientos vigilados son significativamente más bajas que en el resto de rebaños. Concretamente, en el 2018 el 88% de las muertes de ganado por ataques de oso se ha producido en rebaños de propietarios que han rechazado acogerse a esta medida gratuita.

Aun así, en los 6 rebaños agrupados y protegidos, que incluyen 5.600 reses, el oso ha depredado sólo 8 ovejas y 1 cabra, un 0,16% del total de las reses. Algunas han muerto ahogadas dentro del cercado después de un intento de ataque de oso, otras por quedar fuera del cercado por la noche, etc. Por el contrario, se han producido 50 ataques sobre ovejas/cabras de rebaños sin proteger con 86 cabezas muertas. En cuanto a las explotaciones apícolas, se han producido 4 ataques en 8 colmenas no protegidas, y 12 ataques en 51 colmenas de explotaciones protegidas.

Mapa de los agrupamientos de rebaños protegidos en el Valle de Arán y el Pallars Sobirà.

Prevención de daños, una prioridad del proyecto

El grueso de las partidas económicas del proyecto PirosLife se han destinado hasta ahora a la prevención de daños a la ganadería. Concretamente, el 35% de los 1,7 millones invertidos hasta ahora. De los 2,5 millones totales con que cuenta este proyecto europeo, Europa aporta el 75% de los fondos y los socios el 25% restante (Departamento de Territorio y Sostenibilidad, Conselh Generau d’Aran, Fundación Oso Pardo, Forestal Catalana y la Universitat de Lleida).

En concreto, la Generalitat ha destinado cerca de 200.000 euros este 2018 en la contratación de pastores y vaqueros, la mejora de instalaciones para pastores, y la adquisición de material para cabañas y barracones, entre otros. Así, además de contratar el servicio de pastor, la administración también proporciona equipamientos, material y recursos durante los meses que suben a montaña, como por ejemplo cabañas, módulos para dormir, y enseres necesarios para el desarrollo de la vida diaria. También facilita el desplazamiento de material y personal para la investigación de rebaño perdido.

Además, la Generalitat y el Conselh Generau d’Aran compensan las pérdidas de los ganaderos por ataque de oso, tanto de los que se acogen a las medidas de vigilancia como de los que no. Precisamente, en el 2017 las indemnizaciones a ganaderos por daños del oso representaron 33.000 euros, y 10.000 euros en el 2016. Las cuantías vienen fijadas en cada caso por Decreto, y se liquidan en un plazo de entre 4-5 meses. En paralelo, el ganado de ovino agrupado, dispone, además, de un seguro gratuito para accidentes y otros daños que pueda sufrir el ganado mientras esté en montaña.

Bajada del agrupamiento de Boldis-Àreu.